Como ya hemos señalado, elaboramos un material educativo -el Libro- para generar una instancia de comunicación pedagógica. Por ello, es muy importante reconocer y tratar de anticipar cuáles serían las posibles experiencias que nuestras y nuestros estudiantes puedan tener al recorrer el material.

El modo en el cual titulamos cada capitulo de un Libro permite objetivar y comunicar de qué manera hemos pensado la secuencia didáctica. Por ello, es importante no emplear títulos demasiado extensos, sino utilizar los subtitulos y los subcapítulos que ofrece este recurso.

Organizar de manera clara y precisas la lectura del material favorece y destaca los elementos sustantivos de los contenidos a desarrollar. Podemos también, incluir esquemas o cuadros que sinteticen lo más sustantivo de cada capítulo y nos permita orientar el abordaje del próximo apartado.

Es importante recordar que el recurso Libro puede ser recorrido de manera no estructurada, es decir, su navegación permite un recorrido no lineal, tanto al interior de cada capitulo como entre capítulos.
Esto supone la incorporación de enlaces a otros sitios web, así como a otros recursos y/o herramientas creadas en la propia aula virtual. De esta manera, habilitamos su exploración de manera abierta, permitiendo un itinerario diferenciado por parte de nuestros y nuestras estudiantes.
La multiplicidad de lenguajes que permite el recurso Libro favorece una experiencia enriquecida de lectura, apropiación y revisión del material que hemos creado para compartir nuestra propuesta de enseñanza.